En la actualidad las contraseñas o patrones que ingresamos a nuestros dispositivos móviles han quedado en el pasado o se encuentran como medida secundaria de seguridad. Ahora lo que buscan los fabricantes es brindar comodidad e innovación en sus productos. Cuando Apple integró el lector de huella (Touch ID) en su iPhone 5s, comenzó la revolución de implementar la autenticación mediante la biometría. Por ello otros fabricantes han replicado esto.
Es bien sabido que ningún sistema es infalible. Tenemos el caso del dispositivo Samsung Galaxy s10. Al colocarles un protector de pantalla cualquier dedo no registrado podía superar la autenticación biométrica. Sin embargo, la biometría agrega una capa más a la seguridad de nuestros datos, debido a que actualmente tenemos acceso a ella de manera remota y no siempre es posible salvaguardarlos con un usuario y contraseña.
Biometría en la actualidad
Dentro de la seguridad biométrica más común implementada en nuestros dispositivos, se encuentran la voz, expresión facial, la huella dactilar y la retina. Claro está, no todas en un solo dispositivo móvil, ya que no tendría sentido alguno.
Pero el hecho de utilizar la biometría en nuestros dispositivos móviles como método de autenticación, atrae a los profesionales de TI quienes se preocupan por ciertos problemas presentes, como la gran tasa de errores de autentificación que niega a los usuarios legítimos el acceso a sus dispositivos. Esto debido a lo que podría ocurrir si esta se vuelve la única manera de autenticación para el dispositivo, ya que, si esta se ve comprometida, es irrevocable. Para mitigar eso, se utiliza una combinación de algo que se sabe (pin, contraseña, patrón) y algo que se tiene (biometría) para tener maneras de continuar con la autenticación en caso de que se presenten fallas.
Otra de las formas implementadas para la autentificación es el reconocimiento facial. Sin embargo, los profesionales apuntan a que más qué una medida de seguridad es una comodidad para el usuario que quiere desbloquear su celular. Por ello, muchos sistemas de reconocimiento facial tienen fallas al colocar una foto del dueño o máscara similar a la cara del dueño como en el dispositivo de Google Pixel 4.
La conclusión es que los fabricantes deberían poner mayor énfasis en indicarle a sus usuarios sobre el uso de los sistemas de autenticación biométrica. La comodidad es importante, y estos sistemas han hecho nuestra vida más fácil que nunca. Pero cuidado, porque esa comodidad puede conllevar riesgos importantes para la seguridad y privacidad de nuestros datos y dispositivos.
Escrito por: Raúl Partida